��ࡱ�>�� UW����T��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������5@ ���Qbjbj�2�2 .`�X�X�I6���������������" " " 8Z n $�p8� � � � � � � � �������$�R���� � � � � ��� � *T T T � .�� �� �T � �T T X����� � p��X�Y�" � .��$@0p�� .����������� � � T � � � � � ���^ �> ��^  Semana 4��G�nesis 1:2c Creo en el Esp�ritu Santo Por Larry Hughes Enfoque: Creo en el Esp�ritu Santo Hace muchos a�os le� de un ministro que entrenaba una clase de catecismo para una recitaci�n p�blica del Credo de los Ap�stoles. El primer muchacho dir�a la primera frase: �Creo en Dios Padre Todopoderoso,� el segundo muchacho dir�a la pr�xima frase y as� sucesivamente hasta recitarlo todo. Este d�a en particular los muchachos iban avanzando bien en la recitaci�n cuando hubo una embarazosa pausa. Finalmente, se rompi� el silencio cuando se oy� una vocecita diciendo: �Disc�lpeme, se�or, pero el muchacho que cree en el Esp�ritu Santo no vino hoy.� A veces parece que la iglesia cristiana ha estado ausente cuando se viene a un compromiso vital de confianza en el Esp�ritu Santo. Si lo que parece es la realidad, entonces es muy desafortunado. Porque ser�a una verg�enza que cualquier iglesia perdiera el tremendo recurso del ministerio del Esp�ritu Santo. El Se�or Jes�s consider� que este recurso personal del Esp�ritu Santo era su legado fundamental para los disc�pulos y, a trav�s de ellos, para la iglesia. Juan 14:16 recoge su promesa: �Y yo rogar� al Padre, y os dar� otro Consolador, para que est� con vosotros siempre.� Entonces, hablando de lo mismo en el vers�culo 18 dijo: �No os dejar� hu�rfanos; vendr� a vosotros.� Con palabras aun m�s fuertes, Jes�s dijo en Juan 16:7: �Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendr�a a vosotros; mas si me fuere, os lo enviar�.� Si usted leyera el pasaje entero, Juan 14 hasta 16, ver�a que Jes�s consideraba que la presencia y llenura del Esp�ritu Santo eran esenciales para el trabajo que �l estaba dejando a la iglesia. No ser�a exageraci�n decir que ning�n grupo de personas, no importa de qu� denominaci�n, se puede llamar cristiano apropiadamente a menos que la presencia y el ministerio del Esp�ritu Santo est�n en su medio. Es ciertamente correcto decir que el Esp�ritu Santo es el instrumento de cualquiera y todo el trabajo que Dios hace en la tierra. Hay esta advertencia que viene de los pasajes de Juan referidos ya --el Esp�ritu Santo siempre apunta a Cristo. Jes�s dijo: �Pero cuando venga el Esp�ritu de verdad, �l os guiar� en toda la verdad; por que no hablar� de su propia cuenta, sino que hablar� todo lo que oyere, y os har� saber todas las cosas que habr�n de venir. �l me glorificar�; porque tomar� de lo m�o, y os lo har� saber.� (Juan 16:13�14). Debemos tener presente que Jesucristo es el centro de la revelaci�n de Dios. Para parafrasear la percepci�n de un escritor, es Jes�s encarnado quien nos muestra y trae a nosotros el amor de Dios; es el Cristo resucitado que hace disponible a nosotros el poder del Esp�ritu Santo. Por consiguiente, mientras nosotros dependemos grandemente del Esp�ritu de Dios en todas sus funciones, entendemos que es a Jesucristo que el Esp�ritu glorifica en nosotros y lo representa a nosotros. As� que no es extra�o que Pablo use las frases �el Esp�ritu de Dios� y �el Esp�ritu de Cristo� intercambiablemente, a veces en el mismo vers�culo, como en Romanos 8:9. Teniendo eso claramente presente, refresquemos nuestras mentes acerca de la grandeza de la revelaci�n en Cristo Jes�s mirando tres funciones del Esp�ritu Santo. Hay una funci�n creativa del Esp�ritu Santo La funci�n creativa del Esp�ritu Santo se indica en las frases de apertura de las Sagradas Escrituras. En la �ltima parte de G�nesis 1, vers�culo 2, se menciona el Esp�ritu de Dios �que se mov�a sobre la faz de las aguas.� El texto dice inmediatamente: �Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz� (v. 3). Claramente, los dos versos est�n conectados. El Esp�ritu de Dios es el instrumento de Dios en la creaci�n. Cuando contemplamos eso, tenemos que poner nuestra comprensi�n a un lado y simplemente adorar. Dios, a trav�s de su Esp�ritu, es realmente la �nica fuerza creativa en el universo que conocemos. Todos hemos conocido a personas que llamamos creativas; algunos de ellos incluso est�n en el nivel de genios. Pero cualquier persona creativa debe tener material para empezar. Sea en las artes o en las ciencias, todos trabajan con algo. S�lo Dios, por medio de su Esp�ritu, puede hablar la materia en existencia de la nada absolutamente. Eso desconcierta la mente y causa dolor en el cerebro de s�lo pensarlo, pero inflama el coraz�n si uno avista brevemente la grandeza del Omnipotente en ese punto. Entonces, conforme se lee m�s en las Escrituras, m�s se descubre que el poder creativo de Dios se usa, cuando �l escoge, en nombre de su pueblo de pacto. Se puede ver aplicado colectivamente en ocasiones como en el cruce del Mar Rojo. Se puede ver aplicado individualmente en un pasaje notable de �xodo 35, cuando Dios especific� la construcci�n del Tabern�culo. Les dijo que escogieran a un cierto artesano, y se dice del hombre: �Y lo he llenado del Esp�ritu de Dios, en sabidur�a, en inteligencia, en ciencia y en todo arte. . . � (v. 31). M�s adelante dice que Dios hab�a dado a este hombre �la habilidad de ense�ar otros.� �No es eso asombroso! Desde entonces los hebreos creyeron (como debemos nosotros) que toda persona que demostraba tener un don de cualquier tipo estaba dotada por el Esp�ritu de Dios. Hay s�lo una habilidad creativa en el universo, y todos los que participan en esa habilidad, sean creyentes o no, son deudores al Esp�ritu Santo de Dios. Esto significa que el creyente puede alabar a Dios por cualquier creatividad que �l mire en la vida. El Nuevo Testamento enfoca espec�ficamente la creatividad del Esp�ritu en la salvaci�n. Se conecta directamente al evento de la resurrecci�n. Pablo dijo en Romanos 8:11, �Y si el Esp�ritu de aquel que levant� de los muertos a Jes�s, mora en vosotros, el que levant� de los muertos a Cristo Jes�s vivificar� tambi�n vuestros cuerpos mortales por su Esp�ritu que mora en vosotros.� All� est�. El Esp�ritu cuya habilidad creativa trajo el mundo a la existencia est� ahora activo haciendo de nuevo al esp�ritu humano que est� muerto en delitos y pecados, a trav�s del mismo poder que levant� al Se�or Jes�s de los muertos. Jes�s dijo que es como volver a nacer de nuevo. Pablo dijo que es como una persona muerta levantada de los muertos. En otro lugar se refiri� al resultado de esta acci�n como ser una �nueva creaci�n.� Cuando los individuos extienden la mano por la fe y vienen a un conocimiento de primera mano que Cristo muri� por ellos, hay un nuevo tipo de vida que se imparte a ellos que los hace vivos para Dios. Se vuelven lo que un escritor llama �totalmente humanos.� Son totalmente humanos porque cuando experimentan la nueva vida en el Esp�ritu son restaurados al tipo de relaci�n con Dios que se busc� desde el principio. Hay todo tipo de implicaciones teol�gicas y verdades maravillosas conectadas con la salvaci�n, pero central a todo est� la presencia y la obra del Esp�ritu Santo. Ninguna persona en la vida es redarg�ida de su pecado y necesidad de Cristo excepto por la obra del Esp�ritu; ninguna persona nace en el reino de Dios excepto por el ministerio del Esp�ritu; ning�n creyente es limpiado en la vida y apartado para el servicio excepto por el poder del Esp�ritu. Por eso ninguna iglesia debe estar �ausente� jam�s cuando viene a la verdad, �creo en el Esp�ritu Santo.� Otro aspecto de la creatividad del Esp�ritu Santo es presentado vivamente en el ministerio de la iglesia primitiva y su vida de cuerpo registrado en el libro de Los Hechos. Por necesidad de un mejor t�rmino, lo llamaremos el liderazgo creativo en el ministerio. Note la diversidad de su liderazgo. �l llev� a Pedro a ir en contra de sus convicciones religiosas (prejuicios?) por medio de una visi�n. Apart� a Bernab� y a Pablo hablando a trav�s de los ministros y laicos de una iglesia local. En otra ocasi�n, les cambi� la direcci�n neg�ndoles la entrada a otra regi�n. De forma semejante, el gran Adoniram Judson misionero labor� por m�s de un a�o intentando entrar en la India. Fallando finalmente en su esfuerzo, tom� una puerta abierta a Birmania d�nde un ministerio fruct�fero floreci�. Fue llevado por el poder creativo del Esp�ritu. Los ejemplos no se limitan exclusivamente al liderazgo. Considere el progreso del evangelio. En Pafos, muchos creyeron porque un hechicero fue reprendido. En Listra, porque un cojo fue sanado; en Antioqu�a de Pisidia fue la predicaci�n que cautiv� la atenci�n; y en Atenas, fue un discurso de debate en una reuni�n de un club. El punto es que nunca hubo una aplicaci�n mala de su creatividad. El m�todo del trabajo del Esp�ritu siempre es precisamente apropiado para la ocasi�n en particular. Hay un par de aplicaciones que se pueden hacer de esto. Primero, nunca debemos restringir la creatividad del Esp�ritu Santo con nuestras limitadas preferencias y experiencias. Est� tentador hacerlo. No deseo desacreditar la historia y la experiencia humana, pero a veces las iglesias con un pasado glorioso son estorbadas creyendo que Dios debe obrar ahora como lo hizo entonces. Algunas personas se preocupan porque a la iglesia del d�a presente le falta la relevancia. El hecho es que le falta la relevancia s�lo en el grado que est� perdiendo el poder creativo de Dios en la presencia y direcci�n del Esp�ritu Santo. La segunda aplicaci�n es que no hay ninguna situaci�n en nuestras vidas corporativas o personales que el poder de Dios no pueda controlar. En las palabras de Ethel Waters cuando le preguntaron si pensaba que Dios pudiera obrar en la primera cruzada de Billy Graham en Madison Square Garden, �querido, no hay nada que Dios no pueda hacer.� La funci�n de capacitaci�n del Esp�ritu Santo Mientras la funci�n creativa del Esp�ritu es fundamental, de esa ra�z crecen dos otras aplicaciones de su capacidad. Una es la funci�n de capacitaci�n. Hay tres herramientas de capacitaci�n que merecen mencionarse aqu�. La primera es verdad, la segunda poder, y la tercera es habilidades, o dones. Algunos pudieran cuestionar que a la verdad se le pueda llamar capacitaci�n. Realmente, es una herramienta completamente irreemplazable. Pablo nos dice que nuestra batalla no es contra carne ni sangre. El reino de Dios es el reino de verdad. Pablo, cuando habl� sobre ponerse la armadura de Dios para la batalla, dijo que todo se sostiene �con el cintur�n de la verdad ce�ido alrededor de su cintura� (Efesios 6:14b). Jes�s dijo: �Pero cuando venga el Esp�ritu de verdad, �l os guiar� a toda la verdad� (Juan 16:13). Sin la verdad de Dios, el creyente queda indefenso. Esa verdad incluye precepto sobre precepto de Dios en Cristo. Pero m�s all� de eso, incluye una comprensi�n de la manera en que Dios obra en el mundo a trav�s de la iglesia. Incluye una comprensi�n de los valores del reino eterno en contraste con los valores culturales de la edad que pasa. Nadie que est� carnalmente dispuesto puede comprender estas verdades totalmente. Se preparan a las personas para ellas y s�lo se instruyen en ellas a trav�s del Esp�ritu Santo. �l usa a otros creyentes y maestros, pero la verdad no puede comprenderse sin �l. Vacilo en decirlo porque no quiero que se entienda mal, pero hay una comprensi�n intuitiva de la verdad que s�lo viene como resultado de la asociaci�n regular con el Esp�ritu de Dios. Quiz� esto puede comunicarse mediante la siguiente descripci�n. En la primavera de mi sexto a�o en la tierra, fui con mi hermano mayor y uno de sus amigos en una exploraci�n de una �rea boscosa cerca de nuestra casa en Indiana. Uno de los resultados de esa excursi�n fue que yo termin�, por accidente, en un arroyo fr�o, desbordado. A trav�s de los esfuerzos del amigo de mi hermano, fui rescatado, y vuelto a un estado consciente. Despu�s hicimos tiritando la caminata de regreso a casa por los campos. Nuestros padres y otros hermanos se hab�an ido. S�lo nuestra abuela paternal que viv�a con nosotros estaba all�. Mi memoria de ella era de una persona anciana gru�ona. Ella cuid� de m�, sec�ndome y ponindome ropa limpia y seca, pero todo el tiempo ella refunfu�aba acerca de c�mo nosotros los muchachos no ten�amos por qu� irnos as�, c�mo �bamos a ser la causa de su muerte, y sucesivamente. Me puso entonces en el sof� de la sala y me cubri� con una manta. Mientras me dejaba dominar por el sue�o, me puse a pensar acerca del mundo fr�o y oscuro en que viv�a. Fui despertado tiempo despu�s de un sue�o muy profundo consciente de que mi cuerpo estaba en una posici�n diferente y que alguien estaba diciendo mi nombre una y otra vez. Cuando despert� totalmente, me encontraba en los brazos de mi madre. Ella estaba diciendo mi nombre repetidamente y preguntando si estaba bien. Acariciaba mi cabello hacia atr�s con su mano y besaba mi cara. Hab�a l�grimas en sus ojos. �Entiende usted que hab�a una verdad acerca de la presencia de mi madre que literalmente transform� esa situaci�n? De repente, el mundo no era tan oscuro y temeroso. Estaba soleado y luminoso, y era bueno estar vivo. De igual manera, el Esp�ritu comunica una verdad de Cristo que da vida y da testimonio internamente del amor de Dios. El Esp�ritu tambi�n equipa al creyente con poder. Jes�s estaba interesado en que sus seguidores conocieran ese poder. �l les orden�, en realidad, que no lo sirvieran hasta que hubieran recibido ese poder en la persona del Esp�ritu. En el libro de Los Hechos, el poder proporcionaba dos resultados. Hab�a una intrepidez que permiti� a los disc�pulos superar su miedo de testificar, y hab�a una efectividad que caracteriz� su ministerio. Cuando testificaban, los que eran atra�dos por el Esp�ritu eran salvos. Cuando oraban, las cosas que ped�an eran cumplidas, y hab�a un aumento de la presencia del Esp�ritu Santo y la unidad del cuerpo. Si usted observa el mal uso del poder de la personalidad humana, entender� por qu� el poder del Esp�ritu templado por la verdad de Cristo y ejercido s�lo por el Esp�ritu mismo. Nunca fue el control del poder divino entregado a la agencia humana. Otra herramienta de capacitaci�n del Esp�ritu fue la entrega de habilidades a los miembros del cuerpo de Cristo para construir y unificar el todo. Estas �habilidades� se mencionan en 1a Corintios 12 como dones espirituales. Su prop�sito se declara en el vers�culo 7: �Pero a cada uno le es dada la manifestaci�n del Esp�ritu para provecho.� Cualquier llamado don espiritual que magnifica al individuo o causa disensi�n en el cuerpo es muy sospechoso. As� no es c�mo opera el Esp�ritu Santo. Hay una funci�n de manejo de la vida del Esp�ritu Santo El Esp�ritu santo tambi�n tiene una funci�n de manejo de la vida que se indica por las figuras ret�ricas de vivir en el Esp�ritu y caminar en el Esp�ritu. Romanos 8:5, declara que �los que son del Esp�ritu, [piensan] en las cosas del Esp�ritu.� Y el vers�culo 9 dice, �Mas vosotros no viv�s seg�n la carne, sino seg�n el Esp�ritu, si es que el Esp�ritu de Dios mora en vosotros.� G�latas, una carta paralela con la de Romanos, agrega esta palabra: �Si vivimos por el Esp�ritu, andemos tambi�n por el Esp�ritu� (5:25). Yo entiendo que vivir en el Esp�ritu es una actitud (inclinaci�n) de franqueza a la direcci�n del Esp�ritu, y manteniendo el paso con el Esp�ritu para hacer los ajustes de momento a momento los que hacemos en respuesta a la direcci�n del Esp�ritu. Por consiguiente, hay una direcci�n espiritual consecuente de nuestras vidas diarias que nos permite que vivamos la vida a toda capacidad, as� como enfrentar cualquier dificultad que viene. �Qu� tremendo recurso para el creyente! Es un error poner el �nfasis en las obras espectaculares y ostentosas del Esp�ritu Santo descuidando la misi�n central del Esp�ritu que es ayudar al creyente en su sumisi�n diaria al se�or�o de Jesucristo. Un pasaje de la Escritura que refleja el alcance de esa ayuda es Efesios, cap�tulo 4. En ese cap�tulo encontramos este consejo pr�ctico: �Y no contrist�is al Esp�ritu Santo de Dios� (v. 30). El mensaje es el Esp�ritu que Dios est� interesado por las cosas esenciales de nuestras vidas diarias y relaciones, al punto que sus sentimientos se contristan si nosotros no respondemos apropiadamente. Hay, adem�s, integrado en este pasaje, la visi�n que Dios, a trav�s de su Esp�ritu, es un gran conservacionista. �l toma los impulsos naturales de la persona y los conserva de su corrupci�n pecadora para su uso positivo y fruct�fero. Por ejemplo, los seres humanos tienen una necesidad de comunicar. Pablo dice, �ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificaci�n� (v. 29). No hay duda alguna que los seres humanos tienen una naturaleza adquisitiva. Bajo la gu�a del Esp�ritu Santo, vemos que �El que hurtaba, no hurte m�s, sino trabaje, haciendo� lo que es bueno, para que tenga qu� compartir con el que padece necesidad.� Ciertamente, el Esp�ritu Santo est� involucrado en ayud�ndonos a manejar las debilidades de la carne as� como las oportunidades de la vida que vienen en nuestro camino. Un hombre de negocios exitoso que tiene toda medida de lo que el mundo considera importante, se pone inquieto y descontentado, y siente que algo est� faltando. Su b�squeda lo lleva finalmente a la fe de su juventud y de su familia. Se arrodilla en arrepentimiento y fe ante la cruz de Cristo y encuentra alivio. Es la obra del Esp�ritu Santo. Un obrero de construcci�n pendenciero que ha sido el guardaespaldas personal de un l�der de una pandilla callejera entra en una misi�n una noche y es transformado gloriosamente en un dulce de esp�ritu que sus compa�eros anteriores no pueden reconocer. Es la obra del Esp�ritu Santo. Una peque�a congregaci�n de creyentes se une en esp�ritu y amor y prop�sito. Empiezan a proyectarse a una comunidad que hasta ahora no les hab�a prestado atenci�n. La congregaci�n crece din�micamente hasta llegar a tener literalmente un ministerio e influencian mundiales para Cristo. Es la obra del Esp�ritu Santo. Una joven mujer lucha con la tentaci�n de abandonar los principios de la fe ense�ados a ella por sus padres para identificarse con las tendencias culturales de aqu�llos en su lugar de trabajo. En un momento cr�tico de decisi�n ella se siente fortalecida y es capacitada para alejarse de la tentaci�n. Es la obra del Esp�ritu Santo. Todo esto, y m�s, he visto con mis propios ojos. Por eso puedo decir con la mayor convicci�n, �creo en el Esp�ritu Santo.� Larry R. Hughes naci� y se cri� en Grant County, Indiana, EUA. �l ha servido al Se�or en el ministerio pastoral, ense�ando en la universidad, y como conferenciante b�blico. Larry dice: �Hace tres a�os que entr� en la experiencia de la tierra de Cana�n. Los veteranos estaban equivocados en su tipolog�a. La experiencia de la tierra de Cana�n no es la santificaci�n ni el cielo; �es la jubilaci�n! �Que siga fluyendo la leche y la miel!� Firmes en la fe �� Recursos de sermones  PAGE 5 23Dj���}%�%/-6-�-�-�.�.S?T?�@�@�@/ADAFA\APP�Q�Q�Q�Q�����⴬����������x��i��������eT h�"5�6�CJOJQJmH sH h�"h�"5�CJOJQJmH sH h�"CJH*OJQJmH sH h�"mH sH h�"6�CJOJQJmH sH he �CJOJQJmH sH he �mH sH h�"CJOJQJmH sH he �5�CJOJQJmH sH  h�"6�9�CJHOJQJmH sH h�"CJOJQJmH sH h�"5�CJOJQJmH sH  2CDEhij� � � @ #�G���������������������� $d�a$gde � $��`��a$gde �$a$$a$$$d &d N�� P�� a$$$d &d N�� P�� a$�Q�Q���k��l"�$�%�'�)U+F,�-�-�-�-�.�0X3Q4�9$; <�=�>�������������������������� $d�a$gde � $��`��a$gde �$a$gde ��>�@�@�@�@�B�DyEG�HUJ�K�LNSO�O�O�O�O�Q�Q�������������������� � �!�(#�$d N�� #$d %d &d 'd N�� O�� P�� Q�� $a$gde � $��`��a$gde ��Q�Q�Q�Q�Q�Q�Q�Q�Q�Q��������h�"mH sH h�"(he �0J5�CJOJQJmHnHsH u'he �h�"0J5�CJOJQJmH sH "jh�"0J5�CJOJQJUhe �h�"mH sH  �Q�Q�Q�Q���#$d %d &d 'd N�� O�� P�� Q�� ,&P1�h��/ ��=!��"��#��$��%��@�@�@@��@ NormalCJ_HaJmH sH tH >@> Heading 1$d�@&5�DA@���D Default Paragraph FontVi@���V  Table Normal :V �4�4� la� (k@���(No List 6U@��6 Hyperlink >*B*ph�0>@0 Title$a$5�JC@J Body Text Indent��d�`��4@"4 Header  ���!4 @24 Footer  ���!.)@�A. Page Number�I`����2CDEhij���@ #� G � �   �k��l����!U#F$�%�%�%�%�&�(X+Q,�1$3 4�5�6�8�8�8�8�:�<y=?�@UB�C�DFSG�G�G�G�G�I�I�I�I�0���0���0���0��p�0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0��0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0�� 0��0���0���0�� �0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0���0��@�@0����My0��ـ2CD�IM90�M90�M90��WI~I�I�IHM90�O90X�5558�Q�Q).�>�Q�Q*,-/�Q+)028!����6;<B�I�I�I�,�,�I�I�I33��aI�I�I�I�I�I�I�I��cfisdHugo M. ZelayaHugo M. ZelayaHugo M. ZelayaHugo M. ZelayaHugo M. ZelayaHugo M. Zelayacfisd Carrawayjcrea�v`-,i� ������������0���^��`�0�o(.��d����d^�d`���.��4�L��4^�4`�L�.�� ���� ^� `���.��� ����� ^�� `���.����L���^��`�L�.��t����t^�t`���.��D����D^�D`���.���L��^�`�L�.�v`-����������"e �2�I�I�Is�@�zIzI(Hs��zIzI�I�@��Unknown������������G��z ��Times New Roman5��Symbol3&� �z ��Arial7F� ��MistralI"�VAG Rounded Thin"q���h�{h��Ҳ&�{h�� �>%�� �>%�!�������24ddIdI���H(��?����������������������e ���1 Larry RLarry R. Hughescrea �������Oh��+'��0����� ( 8D ` l x ������2 Larry R0 Larry R. HughesarrarrNormal.creal.3eaMicrosoft Word 10.0@��G@��D�@���D�@vj?�Y�� �>����՜.��+,��0 hp|��� ���� � �� �%dIA 2 Larry R Title  !"#$%&'()*+,-./0����2345678����:;<=>?@ABC����EFGHIJK����MNOPQRS��������V������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������Root Entry�������� �F`�Y�Y�X�Data ������������11Table����9�WordDocument����.`SummaryInformation(������������DDocumentSummaryInformation8��������LCompObj������������j������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������ ���� �FMicrosoft Word Document MSWordDocWord.Document.8�9�q