Dr. Donald Bray
Director General
Misiones Mundiales de la Iglesia Wesleyana
Dios ha puesto en mi coraz�n una visi�n. Es una visi�n que compart� con los l�deres
globales de la Iglesia Wesleyana en Greensboro, Carolina del Norte, en julio del 2000. Es una visi�n que ha estado ardiendo en mi
coraz�n por m�s de un a�o. Es una visi�n
que ha sobrevivido la prueba del tiempo (15 meses), la prueba de la evaluaci�n de
colaboradores y la examinaci�n de l�deres. Ha
sobrevivido la prueba de interrogaci�n y duda. Y
lo m�s importante, ha sobrevivido la prueba de los l�deres globales en conjunto. Esta visi�n est� fundada en el coraz�n de un
Dios de amor, quien no desea que ninguno se perezca sino que todos lleguen al
arrepentimiento. Yo quiero compartir esta
visi�n contigo. �Es audaz! Nosotros como iglesia nunca hemos hecho algo
semejante, pero yo creo que podemos hacerlo, y estoy seguro que debemos hacerlo. Las fundaciones espirituales para la visi�n se
encuentran en Hechos 26:15-18.
I.
EL PODER DE LOGRAR LA VISION DE DIOS SE ENCUENTRA EN NUESTRA DEBILIDAD.
Saulo de Tarso
era en hombre joven poderoso. El ten�a el
apoyo del poder y de las riquezas de los l�deres religiosos jud�os. El ten�a a su lado hombres imponentes, hombres
fuertes que viajaban con �l para que cuando Saulo encontrara a miembros de la secta
llamada cristianos, �l los pod�a molestar, golpear y encarcelar. El Cristo viviente confront� a Saulo mientras su
equipo fuerte estaba en camino a Damasco.
El poder y el resplandor de Cristo lo dejaron ciego. Quebrantado �l se humill� ante el Se�or. En esta nueva posici�n de humildad, sin poder
alguno, Saulo oy� a Cristo decirle: Yo te escojo, yo te ense�ar�, yo te
rescatar�, yo te env�o. Aprendi� que
el enfoque del ministerio fue Dios, no Saulo. Lo
que cuenta es la sabidur�a, el poder, y la direcci�n de Dios. Dios rara vez viene con poder cuando nosotros
venimos con nuestras propias fuerzas. Dios
espera hasta que nosotros lo reconozcamos y aceptamos nuestro papel sencillo de siervo y
testigo.
II.
LA PROMESA ES
VIDAS TRANSFORMADAS Y UN PUEBLO PODEROSO (LA IGLESIA).
Los que han
tenido contacto con el Cristo viviente tendr�n sus ojos abiertos y volver�n de las
tinieblas a la luz, del poder de Satan�s al poder de Dios, para que puedan recibir el
perd�n de pecados y obtener un lugar entre los que son santificados por la fe en Cristo. Las personas verdaderamente conectadas con Cristo
llegar�n a ser radicalmente diferentes desde adentro hacia afuera. No podemos ser satisfechos con nada menos. Cualquiera que sea nuestra cultura, religi�n o
tradici�n, Cristo es m�s grande. Personas tocadas con el poder de Dios establecen
una iglesia poderosa una iglesia que puede confrontar a Satan�s y verlo derrotado. No podemos ser satisfechos con nada menos. Aunque experiencias de conversi�n var�an de
persona a persona, el impacto es siempre igual un nuevo amor para el Dios Viviente
y un anhelo profundo de agradarlo a El en nuestra vida diaria. Incluir� el confrontar el poder de lo malo para
que en la vida del creyente no quede nada sujeto a la direcci�n del maligno.
III.
EL
PROCESO COMIENZA CON LA VERDAD SENCILLA, NO CON PROMOCION FUERTE.
Jes�s,
mientras est� cenando con sus disc�pulos, menciona que ellos deben quedarse en
Jerusal�n y esperar que el Esp�ritu Santo los bautice as� como el Padre ha prometido. Sus palabras no son acompa�adas de mucha
promoci�n ni de r�tulos grandes, ni de anuncios por radio y televisi�n. Es solamente una palabra sencilla de Jes�s. El nacimiento de la Iglesia Cristiana, la llegada
del Esp�ritu de Dios para habitar en los creyentes y darles poder, vino en una manera tan sencilla.
Los disc�pulos
respondieron sin entendimiento haciendo preguntas pol�ticas. Jes�s respondi� diciendo, No es para
vosotros saber
..pero recibir�is poder. Ellos
enfrentaron la idea de que ten�an que estar dispuestos a hacerse algo que no eran. El reto m�s grande para las iglesias establecidas
es el enfrentar sus tradiciones, evaluar lo que es espiritualmente fructuoso, y estar
dispuestas a cambiar lo que es ineficaz y lo que debilita espiritualmente. �Ser� posible que nosotros a menudo malgastamos
los recursos que Dios ha prove�do para engrandecer los ministerios por invertirlos en
ideas cansadas y bancarrotas?
IV.
EXPECTACIONES
CAMBIAN A CAUSA DE IDEAS NUEVAS Y RADICALES
Los creyentes
jud�os comenzaron a vivir sus vidas en el nombre de Jesucristo y lo hallaron poderoso. Todos mujeres y hombres, Jud�os y gentiles
todo creyente en todas partes recibi� al Esp�ritu Santo. Cada uno fue comisionado a representar a Cristo en
el ministerio, un cambio radical del pasado cuando el sacerdocio y la pr�ctica religiosa
eran s�lo para los hombres jud�os.
Mientras Pablo
establec�a iglesias, nombraba a nuevos creyentes como l�deres de nuevas congregaciones. El estaba dispuesto a arriesgar el evangelio para
seguir adelante a alcanzar a otros pueblos. Fue
un verdadero riesgo porque los gentiles, los que no eran jud�os, no conoc�an a Jehov�. Su perspectiva mundial fue basada en valores completamente diferentes, mas sin embargo ellos
fueron transformados por el poder de Jesucristo y llenados del Esp�ritu Santo. Pablo escribi� la mayor�a de sus cartas para
corregir problemas e instruir a estos nuevos l�deres.
La religi�n
jud�a fue abierta a todos. Los que no era
jud�os fueron invitados a hacerse jud�os. Estos
se llamaban pros�litos. Pero cuando ellos se
hicieron jud�os, ten�an que ser como todos los otros jud�os. Una nueva idea radical para los seguidores de
Jes�s fue que el Esp�ritu Santo fue dado a todos los pueblos y que El ser�a el elemento
com�n creando en ellos una vida de santidad que ser�a culturalmente definida. Por primera vez fue introducida la idea de que los
creyentes tendr�an un mismo coraz�n pero un comportamiento diferente.
El Reino de
Dios opera con valores distintos de los sistemas humanos.
Los sistemas religiosos fueron dise�ados a llenar necesidad humana, para
traer prosperidad. Pero en el Reino de Dios,
el valor m�s alto es la gloria de Dios y el cumplimiento de Sus prop�sitos. En Su Reino, el sacrificio, el sufrimiento, la
obediencia, y la fe son recursos; de hecho,
Dios permite/ordena sufrimiento para el avance de Su Reino.
La Iglesia
Wesleyana de Norteamerica reconoce que las culturas individuales pueden crear necesidades
organizacionales que pueden ser mejor llenadas por otras estructuras y sistemas que los de
ella. El Manual permite que cada iglesia internacional
desarrolle estructuras para s� misma pero que sean aprobadas por la Junta Directiva
General de la Iglesia Wesleyana de Norteamerica. Demasiado
a menudo la influencia de la iglesia madre ha formado las estructuras de la iglesia en
desarrollo de manera que la resistencia cultural ha tardado la extensi�n de la iglesia. Cada Iglesia debe reflejar la presencia de Dios en
maneras que son naturales para ella, desarrollando formas que son apropiadas en su cultura
para que Dios sea glorificado entre su pueblo.
La visi�n que
Dios ha puesto delante de nosotros es doblar el n�mero de iglesias locales y doblar el
n�mero de creyentes discipulados para el a�o 2005.
El desaf�o es que cada iglesia plante una iglesia, y que cada creyente
conduzca a otro a Cristo.
�Qu� es una
iglesia? Una iglesia es un grupo de creyentes
que se re�ne regularmente para adorar bajo la direcci�n de un l�der espiritual. Pueden ser iglesias c�lulas, iglesias en casa,
iglesias en ciudades y en aldeas, iglesias grandes y peque�as. Muchas ser�n dirigidas por pastores laicos, tanto
mujeres como hombres. Algunos pastores
tendr�n iglesias m�ltiples bajo su cuidado. Estas
iglesias se reunir�n en casas, en escuelas, en municipalidades, en chozas. Algunas alquilar�n un local y otras construir�n
su propio edificio. �El lugar de adoraci�n
no define una iglesia!
Esperamos que
este crecimiento venga por medio de un evangelismo din�mico por medio del cual los
incr�dulos est�n confrontados con el poder del evangelio, el pecado sea confesado, el
perd�n recibido, vidas verdaderamente transformadas y el poder de Satan�s completamente
quebrado.
Esta visi�n no
viene con un programa. Cada iglesia nacional
tiene que encontrar dentro de su propio coraz�n el plan que Dios tiene para ellos para
cumplir esta visi�n. Esto no se puede
imponer de afuera. Pero nosotros s�
queremos proveer recursos y opciones que faciliten la visi�n que se desarrolle.
1. La
Palabra de Dios
La
proclamaci�n de la Palabra tiene que ser central. Es
la Palabra de Dios que transforma. Para
facilitar la predicaci�n y la ense�anza de la Palabra de Dios, es nuestra visi�n poner
en las manos de cada pastor recursos b�blicos en forma de una biblioteca sencilla y
�til.
2. La
Oracion
Una
red global de oraci�n ser� creada para que toda la iglesia global est� orando el uno
por el otro. Cada Iglesia es responsible de
proveerle al coordinador global de oraci�n sus peticiones de oraci�n y respuestas. Jeannette Vermylia estar�
implementando
este ministerio en septiembre del 2000.
3. World
Hope International (Esperanza Mundial
Internacional)
Los
varios ministerios de World Hope le dan a la iglesia internacional la oportunidad de tener
un impacto m�s grande en sus comunidades, abriendo el coraz�n de miles de
personas
al evangelio de Jesucristo.
4. La Pel�cula JESUS
El
herramiento evangel�stico m�s eficaz en el mundo est� ahora al alcance de los
ministerios Wesleyanos por medio de un acuerdo de cooperaci�n con el Ministerio La
Pel�cula JESUS. Nuestra meta es tener 40
equipos alrededor del mundo alcanzando a 5 millones de personas en los pr�ximos cinco
a�os. Este ministerio incluye un excelente
programa de seguimiento y discipulado.
5. Institutos
B�blicos y Programas de Entrenamiento.
L�deres
van a necesitar entrenamiento a cada nivel desde pastores laicos hasta profesores
universitarios. Nuestros institutos b�blicos
son el lugar donde se fomentan la fe y la acci�n. De
ellos vendr�n energ�a espiritual y entrenamiento.
6. Acuerdos
de cooperaci�n entre iglesias locales y distritos.
Creemos
que el conectar a iglesias locales facilitar� el evangelismo y el plantamiento de
iglesias alrededor del mundo. Nuestra
visi�n es servir a las iglesias locales dondequiera que est�n.
Nuestro
desaf�o es guiar a nuestra gente a una visi�n m�s grande de Dios para que puedan
comprender y aceptar esta visi�n. El
desaf�o es desarrollar una estrategia que nuestra iglesia acoger� y implementar� con
coraje. Es de caminar por fe radical hacia el
lugar a donde Dios nos ha llamado. �Qu� veremos en el a�o 2005? �C�mo estar� nuestra iglesia?